Estamos en las fechas en las que se unen Halloween y el Día de muertos, una época en la todo se tiñe del naranja del otoño y el cempasuchil y el ambiente se vuelve un poco aterrador. Y si bien cualquier momento del año es perfecto para eso, también se siente más apropiado llenar estos días con lecturas aterradoras.
La literatura de horror latinoamerica, especialmente la escrita por mujeres, está atravesando un momento de gran popularidad, lo que permite que podamos conocer (y hasta acceder más fácilmente) a grandes obras de distintas partes del continente. Y aunque cada autora tiene su estilo e intereses, es notable que varias de ellas se inspiran en el horror cotidiano que experimentamos las mujeres que habitamos la región.
Así que a tiempo para Halloween, hasta están recomendaciones de libros aterradores, en mayor o menor medida.
Nuestra parte de noche – Mariana Enríquez
Personalmente prefiero la faceta cuentista de la autora argentina (Las cosas que perdimos en el fuego en un chef kiss) pero su novela no se queda muy atrás. Mariana es una exponente del terror social, que bebe como nadie del contexto de violencia, precariedad y hasta dictaduras que marcaron a Latinoamérica.
En Nuestra parte de noche explora la historia de un hijo y su padre. Ambos cuentan con un don sobrenatural que atrae a una sociedad secreta que los llama para formar parte de ellos y colaborar en sacrificios humanos y otros misterios. Por la parte sobrenatural está el ocultismo, pero de fondo está la dictadura militar en Argentina y sus desaparecidos.
Fulgor – Alma Mancilla
La autora mexicana plasmó en esta novela corta a Eva, una joven estudiante de antropología que recientemente ha sufrido un aborto, más otra situación relacionada con su salud mental, que llega a un pueblo con la intención de cumplir con un trabajo universitario. Se instala en una cabaña medianamente aislada y es ahí, sola con sus miedos y cerca de unas personas misteriosas, su tranquilidad empieza a romperse.
Si con Mariana Enríquez teníamos ocultismo, Alma nos remite a todas historias que muestran a las brujas como peligros para los niños pequeños.
El cielo de la selva – Elaine Vilar Madruga
La tiranía de las moscas también es una obra importante de esta autora cubana, pero prefiero centrarme en El cielo de la selva. Se trata de una historia que ocurre en una hacienda en medio de la selva, habitada por varios personajes relacionados consanguíneamente pero a quienes no se les puede considerar familia, sobre todo porque la gran mayoría, especialmente los menores, han llegado al mundo solo para alimentar a la selva que habitan.
Es un pacto que deben cumplir para seguir beneficiándose de los recursos que les brinda la selva: parir y criar a los hijos para ser entregados en el momento que se les indique.
Un entorno tan violento condiciona las dinámicas entre todos y así lo vemos al ser una historia coral que va cambiando de narrador y así conocemos no solo la mentalidad de cada uno sino su convivencia marcada por la violencia, la anticipación y el rencor.
Distancia de rescate – Samanta Schweblin
Samanta Schweblin es otra reconocida autora argentina que ha ganado el prmeio Booker, aunque en ese caso fue por su antología de cuentos Siete casas vacías, y esta es probablemente su libro más famoso y que fue adaptado a película por parte de Netflix.
Distancia de rescate es un relato sobre maternidad y nos presenta a dos madres protegiendo a sus respectivos hijos de un peligro inminente que se desencadena en la naturaleza debido a la contaminación provocada por el capitalismo.
Pelea de gallos – María Fernanda Ampuero
Los cuentos de María Fernanda Ampuero son la definición de tomar el horror cotidiano y convertirlo en historias potentes, violentas incluso. Tiene varios libros pero el que la llevó a la fama fue Pelea de gallos, donde retrata la cruda realidad que se vive en nuestro continente mostrando problemas de violencia, desigualdad e hipocresía de la sociedad, haciendo incluso un retelling de un pasaje bíblico.
Mandíbula – Mónica Ojeda
Una adolescente fanática del horror y de las creepypastas despierta maniatada en una cabaña en medio del bosque. Su secuestradora es su maestra a quien ella y sus amigas han atormentado durante meses en un colegio de élite del Opus Dei. ¿No suena a premisa aterradora? Y definitivamente lo es, mientras habla sobre la adolescia, la relación entre madres e hijas y hasta entre mejores amigas. Además tiene un brillando análisis sobre el horror cósmico.