La huella que deja Ifigenia Martínez

El pasado 1 de octubre Ifigenia Martínez se encontraba muy delicada de salud, sin embargo tomó fuerzas para ir al Congreso y presidir la investidura de Claudis Sheinbaum como primera presidenta de México en su papel de presidenta del Congreso. Menos de una semana después la política fallecía, cerrando así su carrera siendo una pionera para las mujeres en varios frentes.

Toda una pionera

Ifigenia nació en 1925, 30 años antes de que las mujeres mexicanas pudieran votar, por eso Sheinbaum recalcó su papel como sufragista tras la noticia de su muerte, y la importancia de que la política entregara la banda presidencial a la primera mujer en ostentar el cargo.

Estudió Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), obtuvo una maestría en la Universidad de Harvard, siendo la primera mexicana en obtener ese grado en esa institución educativa. Décadas después también obtuvo un doctorado en Economía, también en Harvard.

Fue una de las cofundadoras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en 1950; posteriormente fue profesora de Finanzas Públicas en su alma mater; en 1967 fue nombrada como directora de la Escuela Nacional de Economía de la máxima casa de estudios, siendo la primera mujer en el cargo.

Su lugar en la política.

Precisamente como directora de la Escuela Nacional de Economía vivió de cerca los sucesos del 68 y la represión estudiantil, defendiendo la autonomía de la UNAM y por lo que las autoridades la arrestaron.

Fue asesora de presidencia, sudbsecretaria, diputada, senadora e incluso embajadora de México en Nueva York ante la ONU y miembro de la comisión consultiva de política exterior en la Secretaría de Relaciones Exteriores. En 1988, se convirtió en la primera mujer electa por la Ciudad de México para ocupar un escaño en el Senado, un paso significativo hacia la paridad de género en la política.

También fundó el PRD junto a figuras como Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, luego de haber militado durante 20 años en el PRI. Abandonó el partido que fundó para unirse a MORENA, partido por el que obtuvo el cargo que le permitió ser presidenta del Congreso y presidir la ceremonia de Sheinbaum, todo un cierre para su carrera política.

En reconocimiento a toda su trayectoria, en 2021 fue galardonada con la Medalla Belisario Domínguez, la máxima distinción otorgada por el Estado mexicano.

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